Controlar todo lo que pasa en nuestro cuerpo es imposible, pero sí que podemos hacer algunos cambios que generen pequeños impactos. Nos acechan constantemente con comida no saludable. Dulces expuestos en escaparates, anuncios y carteles publicitarios de bebidas energéticas o azucaradas.
Por mucho que intentemos comer comida saludable estamos rodeados de tentaciones que nos hacen querer consumir alimentos altos en grasas y azúcares. Aunque no tengamos hambre es habitual caer en la tentación de ese tentempié extra.
Nuestro entorno no va a cambiar por lo tanto debemos ser nosotros los que apliquemos pequeños cambios que nos ayuden a evitar estas tentaciones que vemos a diario.
Aquí van algunos tips:
- Compra comidas sanas que te sacien
- No vayas al supermercado en horas de comida ni cuando tengas hambre.
- Elige alimentos bajos en calorías y altos en proteínas y fibra, como frutas, huevo, yogur, pasta integral…
- Compra fruta y verdura de temporada, son más baratos y de mejor calidad.
- No compre alimentos ultra procesados, si no lo compra no se lo comerá.
- No tengas a la vista alimentos tentadores en casa
- Si tiene alimentos altos en grasas y azúcares en casa mantenlos en sitios de fácil acceso, que no se vean a primera vista.
- Elija alimentos que necesiten un mínimo esfuerzo antes de comerlos.
- Si existe algún alimento que le resulte gratificante acostúmbrate a no comerlo todos los días.
- Prepara y organiza las comidas el fin de semana así durante la semana no gastarás tiempo ni energía en prepararte las comidas.
- ¿Y cuándo salimos a comer fuera?
- Intenta saber con previsión dónde vas a comer y qué comida se servirá.
- Bebe agua en vez de bebidas alcohólicas.
- No seas duro contigo mismo, no pasa nada por comer algo que no sea del todo sano de vez en cuando.
- Si sabes que vas a comer de más en alguna cena con amigos intenta hacer más deporte durante ese día.
- Es importante mantenerse activo
- Pequeños cambios pueden hacer una gran diferencia. Por ejemplo, si normalmente vas en coche o transporte público intenta hacer una parte del recorrido andando.
- Utiliza las escaleras en vez del ascensor.
- Si estás muchas horas sentado ponte un recordatorio para estirar las piernas cada cada 30 minutos.
- Encuentra algún deporte o actividad que te guste y se ajuste a tu día a día.
Un último punto importante es tu entorno, tu círculo cercano de amigos y familiares. Ellos pueden ser un punto clave de apoyo para reforzar todos estos cambios que puede beneficiaros a ambos.
Debes recordar que todos estos puntos son recomendaciones y que es posible que te sea más fácil llevar a cabo unos que otros, y eso está bien, no es necesario cumplirlos todos a rajatabla. Lo importante es que tomes conciencia y control de tu entorno para controlar tu peso y mantener una vida saludable.
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