La piel es uno de los órganos más importantes y es además el más grande de nuestro cuerpo y cumple una serie de funciones vitales, como protegernos de las agresiones externas, regular la temperatura y mantener la hidratación. Cuando no le prestamos suficiente atención, nuestra piel puede sufrir daños que van desde quemaduras solares hasta un envejecimiento prematuro. Además, la exposición excesiva al sol también aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de piel.
El sol y la piel en verano
Durante el verano, el sol brilla con más intensidad, lo que significa una mayor exposición a los rayos ultravioleta (UV). Los rayos UV son invisibles pero tienen efectos dañinos en nuestra piel. Existen dos tipos principales de rayos UV: UVA y UVB. Ambos pueden causar daños, como quemaduras solares, manchas oscuras y pérdida de elasticidad en la piel.
Consejos para proteger tu piel en verano
- Protector solar: Tu mejor aliado: Esta información está muy difundida y es muy raro que no la hayas leído ya. Aplica protector solar con un factor de protección solar (FPS) de al menos 30 antes de salir al sol. Asegúrate de que el protector solar proteja contra los rayos UVA y UVB. Reaplica cada 2 horas, especialmente si te has bañado o sudado.
- Evita la exposición al sol en horas pico: Los rayos del sol son más intensos entre las 10 a.m. y las 4 p.m. Trata de evitar la exposición directa durante estas horas y busca sombra.
- Vestimenta adecuada: Usa ropa que cubra tu piel, preferiblemente de colores oscuros y tejidos que bloqueen los rayos UV.
- Gafas de sol: Además de ser un complemento de moda muy popular, unas buenas gafas de sol protegen tus ojos dado que bloqueen al menos el 99% de los rayos UV.
- Hidratación: Bebe suficiente agua para mantener tu piel hidratada y ayudar a evitar la deshidratación causada por el calor.
- Cuidado después de la exposición: Si has pasado tiempo al sol, es importante hidratar tu piel con cremas humectantes después del baño.
- No olvides tus labios: Usa protector labial con FPS para proteger tus labios de los daños del sol.
¿Y los niños?: Los niños tienen una piel más sensible. Protégelos con ropa adecuada y evita la exposición directa al sol, especialmente en bebés menores de 6 meses.
¿Qué hacer en caso de quemaduras solares?
Puede sonar un poco frustrante, pero a pesar de tomar precauciones, a veces podemos sufrir quemaduras solares. Si eso ocurre, aquí hay algunos consejos para aliviar el malestar:
- Enfría la piel: Toma una ducha fresca o aplica compresas frías para aliviar la sensación de ardor.
- Hidratación: Usa lociones con aloe vera o cremas hidratantes para ayudar a calmar y humectar la piel.
- Medicamentos: Si es necesario, puedes tomar medicamentos de venta libre para reducir el dolor y la inflamación, como por ejemplo paracetamol 650 mg (1 cada 8 hs durante uno o dos días) o bien ibuprofeno 400 mg ( 1 cada 8 hs, también durante uno o dos días)
- Evita el sol: Mientras te recuperas de la quemadura solar, evita la exposición adicional al sol. Esto suena obvio…y lo es.
Texto. Dr. José María David.
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