¿Congestionado en verano? ¿Otra vez te ataca la sinusitis? ¿Pero cómo puede haber pasado? Se supone que son los meses de frío los que traen este problema, pero no siempre es así. ¿Tienes la nariz tapada y vas con pañuelos todo el día para controlar el goteo de tu nariz? El culpable puede ser tu “adorado” aire acondicionado. El calor no da tregua y los constantes cambios de temperatura no ayudan a tu salud.
Si bien las epidemias de resfriados, bronquitis y sinusitis suelen ocurrir en invierno, lo cierto es que éstas enfermedades pueden “atacar” en cualquier momento, incluso cuando hace calor.
¿Cómo funciona nuestra nariz?
El aire que respiramos entra por la nariz que lo calienta, lo humidifica y lo filtra para que esté lo más puro y limpio posible. Con el calor, se encienden los aires acondicionados y se tiende a cerrar las habitaciones. Es allí donde surgen los problemas:
- Entrar desde la calle, donde hace mucho calor, a un ambiente con aire acondicionado puede afectar a la salud. El aire frío sin humedad influye en la movilidad del sistema ciliar, unos “pelitos” que tenemos en las vías respiratorias que eliminan los residuos que entran por la nariz, aumentando así la producción de moco. De esta manera, la nariz se congestiona y se empieza a respirar por la boca, que por cierto no está preparada para limpiar y humidificar el aire antes de que entre en los pulmones. Por todo ello crecen las posibilidades de desarrollar una faringitis o laringitis.
- Al bajar la temperatura en un ambiente, se incrementan las condiciones de supervivencia de los virus.
Además, en muchas ocasiones, los filtros de los aparatos acondicionados están sucios, por lo que el aire refrigerado está lleno de partículas como polen, esporas de moho y ácaros del polvo, que irritan tu nariz, sobre todo si eres alérgico.
Todo esto puede provocar sinusitis, la inflamación de los senos paranasales (espacios huecos de los huesos de la cara por donde pasa el aire desde la nariz).
Los síntomas más frecuentes son:
- Mucosidad y congestión nasal
- Fatiga
- Fiebre (no siempre)
Para tratarla, lo que puedes hacer es:
- Usar un espray nasal de solución salina para limpiar las fosas nasales y eliminar la congestión.
- Tomar descongestivos para aliviar la presión en los senos paranasales. En general, sólo se deben utilizar durante un corto periodo de tiempo.
- En ocasiones, tu médico podrá recetarte un antialérgico.
Recomendaciones para evitar o disminuir la sinusitis:
- Procura que el aire acondicionado se encuentre en buenas condiciones y mantén limpios los filtros (en los meses de calor se deberían cambiar cada dos meses).
- Utiliza un humidificador en los ambientes donde haya aire acondicionado.
- La temperatura ideal es de 24 grados (o mantener una diferencia de 5 grados con el exterior).
- Evita los cambios bruscos de temperatura para que el organismo pueda adaptarse de manera gradual.
- Mantente siempre hidratado.
- Si duermes con el aire acondicionado encendido, deja entreabierta la puerta de la habitación y bebe agua de manera frecuente durante la noche. Además, puedes programarlo en modo “sleep”.
- Si usas el aire acondicionado en el coche, abre un poco la ventana y al entrar no lo enciendas a máxima potencia. El enfriamiento ha de ser progresivo.
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*Contenido validado por el equipo médico de mediQuo.