La resonancia magnética (RM) es una técnica de diagnóstico por imágenes que ofrece una visión detallada del interior del cuerpo humano sin emplear radiación ionizante. Utiliza campos magnéticos y ondas de radio para generar imágenes digitales de alta resolución.
Informa a tu médico sobre cualquier pieza de metal en tu cuerpo, incluyendo marcapasos, implantes metálicos, esquirlas o tatuajes, ya que pueden interferir con el procedimiento de resonancia magnética.
Riesgos y complicaciones
El proceso de resonancia magnética requiere precauciones y consideraciones especiales para garantizar su efectividad y seguridad. Antes del procedimiento, es vital informar al médico sobre aspectos relevantes, como cirugías anteriores, presencia de objetos metálicos en el cuerpo, embarazo, lactancia, alergias y medicamentos en uso. La presencia de implantes metálicos, marcapasos u otros dispositivos puede interferir con el estudio y potencialmente causar complicaciones.
Antes del procedimiento
Asegúrate de retirar cualquier objeto metálico y sigue las indicaciones médicas, incluyendo la extracción de piezas de joyería y maquillaje que puedan contener elementos metálicos.
Durante el procedimiento
Es esencial seguir las indicaciones del personal médico. Pueden proporcionarte auriculares para minimizar el ruido generado por la resonancia y, en algunos casos, administrarte una sustancia de contraste para mejorar la calidad de las imágenes.
Tras la resonancia
Podrás retomar tus actividades normales sin dificultad. En caso de haber recibido contraste, este se eliminará naturalmente del cuerpo en aproximadamente un día. Los resultados serán analizados por un radiólogo, quien enviará un informe detallado a tu médico tratante.
Si se te ha administrado contraste, tu cuerpo lo eliminará naturalmente en aproximadamente un día después del procedimiento.
La resonancia magnética es una técnica segura en general, pero se deben tener en cuenta ciertos riesgos, como posibles complicaciones con implantes metálicos o en casos de embarazo. Es esencial seguir las instrucciones médicas y comunicar cualquier inquietud o pregunta que puedas tener.
Esta información no reemplaza el consejo médico, por lo que siempre es recomendable discutir cualquier duda con tu profesional de la salud.
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