¿Te sientes cansado, con fatiga y notas que todo te cuesta? La anemia está a la orden del día, todos conocemos a alguien que la ha padecido y sabemos lo sufrida que es. Puede afectar a cualquier persona que lleve una dieta deficiente o incluso que tenga una infección o enfermedad como el tiroides, entre otras, o las denominadas autoinmunes. El cansancio o la fatiga pueden estar escondiendo la famosa anemia, generalmente, la más conocida es la falta de hierro que hace que no llegue el oxígeno a las células y provoque el cansancio. Hemos de decir que el riesgo de padecerla aumenta cuando se tiene la menstruación o se está embarazada. Es importante mantenerse alerta ya que inicialmente, los síntomas pueden pasar inadvertidos.
¿Cómo responde mi cuerpo?
Los signos con los que suelen presentarse son:
- Fatiga y cansancio
- Piel pálida
- Dificultad para respirar
- Mareos
- Manos y pies fríos
- Sudor en exceso
- Rampas
- Latidos irregulares del corazón.
Si padeces de estos síntomas durante un tiempo prolongado o sientes que te cuesta llevar a cabo tus actividades diarias, entonces lo mejor será consultar a un médico. Te realizarán un análisis de sangre, además de otras pruebas específicas para determinar el tratamiento que necesitas.
¿Se puede tratar?
El tratamiento irá en función del tipo de anemia que padezcas. Cuando sea por falta de alguna vitamina o hierro, que es la situación más frecuente, el médico te indicará suplementos orales y probablemente un cambio en tu dieta.
¿Cómo prevenirla?
La prevención es fundamental para esta afección. Sigue los siguientes consejos médicos:
- Lleva una alimentación saludable, que incluya verduras, frutas, cereales integrales, lácteos descremados, marisco, carnes magras, huevos y frutos secos.
- Evita el consumo de sal, grasas sólidas, azúcares añadidos y granos refinados.
- Evita el alcohol.
- Realiza ejercicios regularmente.
- Como recomendación, si vas a tomar multivitamínicos, consulta antes a tu médico.
*Contenido validado por el equipo médico de mediQuo.
