El pasado 3 y 4 de noviembre de 2022nos hemos encontrado en el I Congreso de Gestión Clínica Sanitaria los profesionales sanitarios comprometidos con nuestro Sistema Sanitario.
En los primeros debates del día se evidenció que la Gestión Clínica requiere un diálogo más participativo que incluya no solo a altos directivos, sino promocionarlo entre pacientes, economistas, informáticos, distintos profesionales asistenciales de ámbitos dispares, arquitectos y contar con la participación de organismos públicos y privados.
Esta decisión no ha hecho más que enriquecer el debate, «abrir mentes» y enfocar la transformación del sistema sanitario de forma global para que deje de ser insostenible, fragmentado y obsoleto.
La transformación digital implicará lo siguiente:
- Renovar los marcos de evaluación centrándonos en resultados y no en procesos.
- Repensar los modelos de contratación. ¡Premiar y contratar VALOR!
- Activar mejores canales de comunicación entre las personas del sistema. ¡Mejor comunicación, mejor gestión!
- Integrar a pacientes y profesionales en dicha transformación. ¡La solución nos debe aportar seguridad a todos los agentes del cambio!
- Actualizar los sistemas de información y hacerlos adaptables a cada área. ¡Destacar el valor de los datos y aprovecharlos a favor del sistema!
- Definir las nuevas estructuras del sistema sanitario basándose en las nuevas necesidades tanto de los profesionales como de los pacientes, y del medio ambiente. ¡Seamos flexibles!
“La transformación que requerimos necesita de un punto de coraje para dar valor al sistema sanitario”. Cristina Romagosa.
La implementación de estos cambios debería ser paulatina con acciones locales, pero hacerlas extensivas de forma progresiva, reevaluando su eficacia constantemente con indicadores de resultados rápidos, accesibles y transparentes. Por ello, es clave promover la autogestión de las organizaciones y que se les permita asumir “riesgo”.
Coincidimos en que hay acuerdo en los principios, en la teoría, pero también se destacó que el éxito implica conocer y evaluar sus barreras. Algunas de las que se mencionaron son la fragmentación del sistema, la carencia de profesionales, así como la gran variabilidad de centros, proveedores, centros de pago y la falta de alianzas entre ellos.
Tenemos un reto por delante que supone dicha transformación. El lema del Congreso no podía ser más acertado “+ VALOR”. Pues solo pensando desde la aportación de Valor, encontraremos el método para conseguir los objetivos planteados en nuestro día a día.
