Hipotiroidismo; la alimentación que debes seguir

Estás aumentando de peso y no sabes la razón. No estás comiendo más de lo habitual; de hecho, tu dieta es bastante saludable. Además, te sientes cansado todo el tiempo sin ninguna razón aparente. Tal vez te ocurra lo mismo que a muchas mujeres y a algunos hombres: tu glándula tiroidea no está funcionando bien. Hoy vamos a hablar del hipotiroidismo y la alimentación que debes seguir.

Con forma de nuez, la glándula tiroides se encuentra en el cuello y tiene la función de regular el metabolismo, a través de la producción de dos tipos de hormonas: la T4 (tiroxina) y la T3 (triyodotironina). Estas hormonas influyen en los procesos metabólicos de todos los órganos de tu cuerpo y son esenciales para sintetizar las proteínas y aumentar la cantidad de oxígeno que usan las células. Por eso, esta glándula juega un papel especialmente importante durante el crecimiento y el desarrollo.

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El hipotiroidismo aparece cuando la producción de hormonas es menor a la necesaria, por lo que tu metabolismo se ralentiza y tu cuerpo está funcionando “más lento”. Esto puede generar:

• Aumento de peso
• Debilidad
• Hinchazón
• Dolores musculares
• Depresión

Si bien les puede ocurrir tanto a mujeres como a hombres, las mujeres tienen diez veces más riesgo de padecerlo debido a los cambios hormonales que experimentan a lo largo de sus vidas, siendo muy frecuente durante el embarazo y después del parto. Se estima que una de cada cien mujeres españolas padece hipotiroidismo.

Causas

La causa más común de hipotiroidismo es una alteración en el sistema inmunitario, denominada tiroiditis o enfermedad de Hashimoto. Otras causas son:

• Falta de yodo en la alimentación (se puede generar bocio que es como una bolsa que aparece en el cuello debido al agrandamiento de la tiroides para intentar contrarrestar la poca producción de hormonas tiroideas).
• Radioterapia.
• Extirpación de la glándula tiroides.
• Nódulos tiroideos.
• Algunos medicamentos.
• Infecciones virales.
• Alteración en las glándulas del cerebro encargadas de estimular la tiroides (hipófisis o hipotálamo).
• Embarazo. Durante el embarazo o postparto, algunas mujeres producen anticuerpos contra su propia glándula tiroides, lo que les lleva a desarrollar hipotiroidismo.

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¿Qué puedo comer para contrarrestarlo?

Además de la medicación que tu médico te haya recetado, puedes ayudar a tu cuerpo tomando una dieta adecuada (en ningún caso, abandones el tratamiento que te ha prescrito tu médico sin su consentimiento). Para producir T3 y T4 la glándula tiroidea necesita yodo, que es un mineral presente en algunos alimentos. La Organización Mundial de la Salud recomienda consumir 200 microgramos de yodo al día. Lee aquí «Causas y tratamiento para la retención de líquidos».
Para tener una concentración normal de yodo necesitas consumir los siguientes alimentos:

• Ajo, tomate, espinacas, habas.
• Cereales y legumbres.
• Maíz, girasol.
• Frutos secos como avellanas y pistachos.
• Frutas como manzana, mango y coco.
• Hierbas como hisopo, hinojo, canela, ginseng y albahaca.
• Algas marinas. Pero tampoco es bueno excederse, ya que pueden aportar cantidades excesivas de yodo y provocar alteraciones en la glándula tiroides.
• Pescados y mariscos.
• Sal yodada.

Además del yodo, también es importante que tu dieta te aporte otros nutrientes importantes para la correcta producción de hormonas T4 y T3:

• Zinc: presente en la carne roja, mariscos, el germen de trigo y los frutos secos.
• Hierro: en carnes y pescados.
• Manganeso: nueces, semillas y cereales integrales.
• Vitamina A: en forma de betacaroteno a través de los vegetales de color verde (acelgas, espinacas), rojo (tomate, pimiento) y naranja (zanahoria, mango, calabaza, boniato).
• Selenio: se encuentra en las nueces de Brasil, los cereales integrales, el marisco y los lácteos.

Alimentos que debes evitar

Hay alimentos vegetales que pueden fomentar la aparición de bocio y otros problemas de la glándula tiroides. Algunos de estos alimentos son:

• Crucíferas: col, berza, coles de Bruselas, coliflor, repollo, brócoli.
• Nabo, semillas de mostaza.

La manera de evitar el efecto bociógeno de los vegetales es consumirlos cocinados o fermentados, ya que el calor destruye por completo su efecto perjudicial. Es decir, aunque tengas hipotiroidismo, sí puedes comer estos alimentos siempre que estén cocinados.

*Contenido validado por el equipo médico de mediQuo.