Se denomina trombosis a la formación de un coágulo. Puede aparecer en los vasos sanguíneos y en el corazón, provocando daños que llegan a ser graves en función del lugar en el que se produzca. Veamos qué es y los efectos que tiene este tipo de afección.
Qué es una trombosis
Es la formación de un trombo de sangre (llamados también émbolos o coágulos), en un vaso sanguíneo o en una cavidad cardiaca que causa una obstrucción total o parcial del riego que fluye a través del sistema circulatorio.
Dependiendo del lugar en el que se produzca, puede ocasionar isquemia (estado de sufrimiento celular por falta de oxígeno y materias nutritivas en la parte afectada) como pasa en las arterias o una estasis de sangre en caso de que sea una vena (retención o estancamiento de la progresión de la sangre).
Los trombos pueden desplazarse a otras zonas del sistema circulatorio convirtiéndose en émbolos, causando otros problemas más o menos graves según el sitio en el que se instalen.
Tipos de trombosis
- Trombosis arterial
Se da por una lesión vascular debida a la ruptura de una placa ateroesclerótica que genera un trombo provocando una oclusión del tejido irrigado que puede terminar con una necrosis de este.
Todo esto es consecuencia de la supresión de los niveles adecuados de oxígeno en esa zona por lo que cambia el metabolismo celular pasando de aeróbico a anaeróbico.
En todo este proceso la micro circulación sanguínea se daña, llegándose a la muerte celular si la isquemia es prolongada.
- Trombosis venosa
Se presenta en las extremidades inferiores y se debe a varios factores que predisponen a ello:
- Edad avanzada.
- Inmovilidad prolongada.
- Infarto agudo de miocardio.
- Insuficiencia cardiaca.
- Hipercoagulabilidad después de una cirugía. También puede deberse al cáncer, embarazo y el postparto, lesiones debidas a traumas y otros problemas de salud.
- Cirugías y traumas.
Se caracteriza por una congestión dolorosa en las venas de las extremidades inferiores. Puede llegar a producir, en los casos más graves, una embolia pulmonar, debido al desprendimiento del trombo que acaba por alojarse en el pulmón.
En las trombosis venosas los coágulos se localizan en:
- Venas superficiales que se ven a través de la piel.
- Venas profundas que dan lugar a la trombosis venosa profunda (TVP) localizada en venas de mayor calibre, potencialmente más graves.
Diagnóstico y tratamiento de la trombosis
Para hacer un correcto diagnóstico de esta patología es muy importante la historia clínica del paciente con la que se pueden identificar factores de riesgo.
El tratamiento deberá basarse:
- Terapia anticoagulante.
- Cateterismo venoso.
- Medias de compresión.
- Realizar ejercicios que favorecen el retorno venoso , de las extremidades inferiores (como los ejercicios que nos sugiere el tríptico de la compañía aérea cuando viajamos en avión)
Prevención de la trombosis
Se puede reducir el riesgo de llegar a padecer esta enfermedad combatiendo los factores externos como la obesidad, tabaco, consumo excesivo de alcohol, etc.
El consumo de anticonceptivos orales debe ser controlado por el especialista porque existe riesgo de padecer una trombosis (dependiendo de la carga hormonal del tratamiento).
Es conveniente caminar, practicar ejercicio físico y evitar el sedentarismo, así como mantener las piernas largos períodos en la misma posición.
En el medio hospitalario, los pacientes con riesgo más alto de TVP incluyen pacientes quirúrgicos, tanto cirugía menor como cirugía mayor, en especial cirugía traumatológica y pélvica (urologia, ginecología e intestinal), pacientes oncológicos, pacientes en reposo absoluto en cama y pacientes hospitalizados con movilidad reducida, llevan en pauta un tratamiento preventivo adicional: es por ello que reciben diariamente un pinchazo en la región abdominal (heparina sódica).
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