El pene, órgano que forma parte de los genitales externos masculino, símbolo de virilidad, pero también blanco de diversas enfermedades; entre la que destaca la balanitis. El término balanitis viene del latín balănus que hace alusión a la parte final y más abultada del pene (glande) e itis de origen griego que hace referencia a inflamación.
El glande cuenta con un orificio uretral por donde se realiza la salida de orina y del eyaculado durante la relación sexual, su inflamación puede ser aguda o crónica, menor de 4 semanas o mayor de 4 semanas respectivamente.
Suele presentarse a cualquier edad, con un mayor pico en la edad reproductiva; sus causas son variadas, dentro de las que destacan:
- La presencia de prepucio redundante (largo) y fimótico (incapacidad de retraer hacia atrás), asociado con frecuencia balanitis y postitis (inflamación del prepucio), suele ser necesaria cirugía –fimosectomía.
- Una higiene inadecuada predispone al acúmulo de esmegma (secreción blanquecina y densa, de fuerte olor; la higiene diaria puede prevenir los episodios de balanitis o balanopostitis.
- Uso de productos irritativos para la higiene íntima, es común observar en la consulta el uso de productos inadecuados para el lavado del pene; ejemplo: jabones perfumados, antibacteriales, exfoliantes, acompañado de fricción excesiva; alterando el recubrimiento natural del pene y facilitando la aparición de infecciones.
- Alérgica, uso de condones, geles, ropa interior de material sintético, perfumes; se asocian con reacciones alérgicas y como resultado balanitis.
- Por causa infecciosa, común entre los hombres sexualmente activos, debido a infección por: bacterias (Estreptococo, Estafilococo aureus, Pseudomonas, Gardnerella vaginalis, anaerobios: Treponema pallidum, Clamidia tracomatis y Micoplasma), virus (herpes, VPH) parásitos (Trichomonas vaginalis, Sarcoptes scabiei, Entamoeba histolytica) u hongos, donde destaca la Candida albicans, responsable del 35% – 40% de las balanitis infecciosas. Las características clínicas de la balanitis por Cándida suelen abarcar un amplio espectro de síntomas que incluye desde lesiones inespecíficas hasta lesiones papulares con o sin pústulas asociadas a eritema leve, con sensación de “quemazón” y prurito. Importante resaltar riesgo aumentado de adquirir infección durante el sexo anal sin protección.
CLICA AQUÍ PARA PREGUNTAR AL MÉDICO GENERAL
¿Tienes dudas? Consulta tus dudas al especialista en el chat.