Una de las consultas más frecuentes que atendemos los facultativos que nos dedicamos al aparato digestivo es el dolor anal y el sangrado. A pesar del posible pudor que puede generar el consultar por estas enfermedades, las patologías anales conllevan dolor, supuración y molestias, que provocan una alteración grave de la vida diaria del paciente.
Las hemorroides suponen una de las principales causas de estas molestias anales y sangrados. Pero ¿qué es una hemorroide y como se trata? Las hemorroides son unas almohadillas vasculares (formadas por pequeños vasos sanguíneos y tejido muscular), que en condiciones normales contribuyen a la continencia anal (evitar que las heces y los gases se expulsen involuntariamente).
En determinadas ocasiones estas almohadillas vasculares se desplazan y congestionan produciendo que se dilaten y sangren. Es una patología que afecta a hombres y mujeres por igual y que suele aparecer entre los 30-60 años.
Principales causas
- Factor predisponente: Existen familias especialmente predispuestas a sufrir hemorroides.
- Factores mecánicos: Cualquier aumento de presión en la zona abdominal y anal, dificulta el retorno venoso de la sangre que hay dentro de las hemorroides hacia el torrente circulatorio. Esto produce que las hemorroides se congestionen, dilaten y puedan sangrar. ¿Qué puede causar este aumento de presión que venimos comentando? El estreñimiento, tiempos prolongados en pie o realizando esfuerzos físicos, el embarazo y el parto en la mujer.
- Factores Geográficos y Dietéticos: una dieta grasa, con poca fibra, favorece el aumento del esfuerzo defecatorio y aumenta el riesgo de aparición.
Tipos de hemorroides
Como habréis escuchado en más de una ocasión, existen hemorroides externas e internas. El canal anal queda dividido en dos partes por la línea pectínea.
- Por encima de ella se encuentra la verdadera mucosa anal y es donde surgen las hemorroides internas
- Por debajo de ella se encuentra la zona cutánea y en ella aparecen las hemorroides externas.
¿Qué síntomas producen?
El síntoma principal de las hemorroides internas es la hemorragia, presente sobre todo con el estreñimiento y que suele aparecer al final de la deposición en forma de gotas, aunque a veces es de mayor intensidad. En periodos prolongados con las hemorroides prolapsadas, la hemorragia puede surgir por el roce de la ropa interior o tras la realización de determinados esfuerzos.
El segundo síntoma en importancia es el prolapso (salida de la hemorroide del canal anal). Cuando ocurre, su aparición coincide con la defecación, reduciéndose posteriormente de forma espontánea. Más tarde el prolapso aparece con mayor facilidad, experimentando el enfermo la sensación de “una bola de carne” que se exterioriza tras mínimos esfuerzos, precisando la reducción manual.
Por último, en casos avanzados, están permanentemente exteriorizadas, siendo imposible su reducción. En estos casos suelen acompañarse de una secreción mucosa, más o menos constante, que mancha la ropa interior y da lugar a s o a lesiones más intensas que ocasionan prurito y escozor muy desagradables.
Las hemorroides externas, en condiciones normales, suelen ser prácticamente asintomáticas. Sin embargo, la trombosis hemorroidal, ( acumulación de sangre coagulada en la hemorroide) forma habitual de presentación, origina un dolor extraordinariamente intenso.
Si quieres conocer el tratamiento para las hemorroides, lee este artículo elaborado por el Dr. Alberto García.
Texto. Dr. Alberto García García, cirujano general y del aparato digestivo.
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