Muchas personas piensan que la explicación de por qué viven con obesidad es por la sencilla y simple razón de que comen más de lo que su cuerpo necesita. La realidad es otra, el estilo de vida de cada persona es solo una de las causas que hace conservar esos kilos de más.
La ciencia médica nos ayuda a comprender qué es lo que hace difícil perder el exceso de peso y mantenerse. Las investigaciones siguen determinando que la obesidad es una enfermedad metabólica muy compleja y como en cualquier enfermedad, en esta también hay un límite para lo que podemos hacer solo realizando un cambio de estilo de vida.
La obesidad afecta a muchos aspectos de la vida. Cada vez más personas viven con exceso de peso pero solo un porcentaje de ellos reciben el tratamiento adecuado. Esto ocurre en parte porque la obesidad sigue siendo la gran incomprendida y el asesoramiento que se sigue ofreciendo se resume en “moverse más y comer menos”.
El cerebro hace detener la pérdida de peso
Hace 50 mil años, los recursos alimenticios no eran estables, nuestros antepasados vivían épocas de hambruna y otras de abundancia. Sus cerebros fueron evolucionando para la supervivencia y por ello empezaron a buscar alimentos ricos en energía que pudieran almacenar en sus tejidos grasos.
Hoy en día, estamos rodeados de abundantes alimentos ricos en grasas y bebidas azucaradas, somos menos activos físicamente si nos comparamos con nuestros antepasados. Si nos comparamos con ellos, la diferencia es el cambio del entorno pero las ganas por los alimentos no saludables son las mismas.
Si quieres tratar la obesidad, debes darte cuenta de que es una enfermedad crónica que se debe tratar con la ayuda de un médico.
*Esta información no se entenderá como asesoramiento ni recomendación de tratamiento. Consulte siempre a su profesional del cuidado de la salud para obtener asesoramiento sobre el tratamiento.
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