La Clasificación Internacional de Trastornos del Sueño reconoce diferentes tipos de desórdenes del sueño relacionados con el ritmo circadiano, cuya característica es un patrón mantenido de alteración del sueño debido a alteraciones del marcapasos circadiano endógeno o una desincronización entre el ritmo endógeno y factores ambientales que afectan al horario y duración del sueño. Además, debe existir un malestar significativo en el paciente expresado en lo social, laboral o en otras áreas importantes de la vida del individuo. Englobaríamos:
- Trastorno de retraso de fase, con horario endógeno de inicio y final de sueño de al menos dos horas más tarde del horario estándar o socialmente aceptable, sin otras alteraciones del sueño.
- Trastorno de avance de fase, caracterizado por horarios de inicio y final de sueño adelantados varias horas con respecto a los horarios convencionales, sin otras alteraciones del sueño.
- Ritmo en curso libre (diferente a 24 horas), consiste en una duración del período del ritmo de sueño diferente, normalmente mayor a 24 horas, con desacople en horarios de sueño.
- Ritmo sueño-vigilia irregular, con horarios de sueño irregulares sin un claro patrón circadiano. Frecuentemente se asocia a algunas enfermedades del envejecimiento (como la Enfermedad de Alzheimer) aunque también se observa en personas jóvenes con mala higiene del sueño.
- Jet Lag, consiste en un desacople transitorio entre el ritmo circadiano endógeno y el ambiental por viajes transmeridianos de al menos dos horas de diferencia horaria.
- Trastorno asociado al trabajo a turnos, tiene lugar cuando el horario de trabajo se desarrolla durante el período de fase natural del sueño.
- Trastornos circadianos debidos a condiciones médicas.
Tratamiento de los desórdenes circadianos del sueño
La mayoría de las alteraciones descritas responden bien al tratamiento combinado mediante:
- Pautas de hábitos adecuados del sueño (higiene del sueño).
- Exposición a la luz, en diferentes momentos según el cuadro clínico.
- Ejercicio físico.
- Y en algunos casos, melatonina.
La melatonina
La melatonina es una hormona sintetizada a partir de la serotonina fundamentalmente a nivel cerebral pero también por la retina y el tracto gastrointestinal. Su secreción sigue un ritmo circadiano, de modo que se inicia cuando empieza a decaer la luz y alcanza el máximo hacia las 3-4 de la mañana. Posteriormente va disminuyendo hasta desaparecer durante el día. La estimulación luminosa de la retina, inhibe su secreción.
La melatonina induce y mantiene el sueño, acorta la latencia del sueño, mejora su continuidad y no modifica su arquitectura, por lo que puede ser útil en el tratamiento del insomnio. La secreción de melanina disminuye con la edad, de modo que su déficit puede estar relacionado con la peor calidad de sueño en los ancianos.
La melatonina tiene un buen perfil de seguridad, no provoca somnolencia diurna y no induce dependencia. Su utilización está condicionada a una buena exploración clínica por parte de profesionales de la salud, que descarte otras patologías que pudieran estar afectando al sueño y la idoneidad del tratamiento y su dosificación en cada persona.
Texto, Dra. Sara Márquez, psiquiatra en mediQuo.
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