El cáncer de testículos afecta principalmente a hombres jóvenes entre los 20 y 39 años. Sin embargo, tras este pico de incidencia se convierte en una rareza y, en general sólo supone el 1% del total de los tumores diagnosticados en hombres. Con un diagnóstico temprano, puede curarse y generalmente es de muy buen pronóstico (la tasa de mortalidad no alcanza el 1%.) Para detectarlo a tiempo, es importante realizar un autoexamen testicular y acudir al médico en caso de un bulto sospechoso, hinchazón o dolor en la zona.
Los testículos: su firmeza y tamaño
La firmeza de los testículos debe ser la misma en todo momento. El tamaño de los testículos también debe ser el mismo, aunque uno puede ser más grande que el otro. En el borde superior y exterior hay un cordón suave y fibroso, que es una parte normal del escroto llamada «epidídimo»
Síntomas
Los signos de un tumor testicular son:
- Bulto indoloro en el testículo (el síntoma más común)
- Hinchazón del testículo (con o sin dolor) o sensación de peso en el escroto (acumulación de líquido)
- Dolor sordo en el testículo, el escroto o la ingle.
- Sensibilidad o cambios en el tejido mamario masculino.
Factores de riesgo
- Antecedentes familiares de cáncer de testículo ( padre o hermano que tuvo cáncer testicular)
- Hombres con antecedentes de testículos que no descienden en el momento del nacimiento (también conocidos como testículos no descendidos o criptorquidia)
- Cáncer previo en el otro testículo
- Células anormales en el testículo llamadas neoplasia de células germinales in situ (GCNIS), que se encuentran con mayor frecuencia durante una prueba de infertilidad
Examen médico. Pruebas
Se pueden hacer las siguientes pruebas:
- Historial médico y examen físico: El urólogo examina el escroto, el abdomen, los ganglios linfáticos y otras partes para detectar signos de cáncer
- Ultrasonido testicular: esta prueba de imagen se usa para ver el interior del escroto y verificar un bulto sospechoso.
- Analítica y prueba de marcadores tumorales en suero: los marcadores tumorales deben medirse antes de cualquier tratamiento, como una cirugía. Si se encuentra cáncer, las pruebas de marcadores tumorales se repetirán después del tratamiento para ver su evolución.
Etapas del cáncer de testículos
- Etapa 0: Se conoce como «Neoplasia de células germinales in situ (GCNIS)». No es realmente cáncer, sino una advertencia de que el cáncer podría crecer.
- Etapa I: el tumor sólo afecta al testículo.
- Etapa II: el tumor se extiende a los ganglios linfáticos del abdomen y zona posterior. No existen metástasis.
- Estadio III: el tumor presenta metástasis en otros órganos (riñones, hígado, huesos, pulmones o cerebro), o hay una elevación muy importante de los marcadores tumorales.
Tratamiento
Un equipo multidisciplinar de médicos (urólogo, oncólogo, radiólogo) trabaja en conjunto para encontrar el mejor tratamiento para cada paciente. Las opciones de tratamiento incluyen:
- Vigilancia: incidir en la importancia de la autoexploración
- Cirugía: el tratamiento inicial siempre será el quirúrgico (la orquiectomía inguinal radical, es la extirpación del testículo)
- Radiación: muy efectiva según el tipo de tumor
- Quimioterapia: tratamiento estándar, con o sin radioterapia, cuando el tumor se ha extendido a otras partes del cuerpo.
Después del tratamiento del cáncer de testículo es muy importante realizar revisiones periódicas. Las revisiones son más intensas en los pacientes con estadio I en los que se no se administra tratamiento complementario después de la cirugía, porque su riesgo de recurrencia es mayor. En estos pacientes, es frecuente que se realicen controles cada 1 ó 2 meses durante el primer año y segundo año del diagnóstico.
¿Tienes dudas sobre tu salud?
*Contenido validado por el equipo médico de mediQuo.