Con motivo de la crisis sanitaria mundial, las consultas médicas digitales están en su máximo apogeo. La pandemia por COVID-19 ha conseguido posicionar a la telemedicina como una de las opciones de salud más seguras para médicos y pacientes.
A raíz de la pandemia, las videollamadas han sido una de las opciones de comunicación más demandadas tanto por los profesionales médicos como por los pacientes, seguido de la comunicación vía chat. El número de consultas por chat a especialistas entre marzo de 2020 y febrero de 2021, respecto al mismo periodo anterior, ha aumentado en 623%, según datos extraídos de mediQuo.
Gracias a las videollamadas, es posible pasar consultar a los pacientes desde cualquier lugar e independientemente de donde se encuentren. El servicio de consulta a distancia conlleva la principal ventaja del ahorro de los desplazamientos para ambas partes y además, en una situación sanitaria como la que nos ocupa en el 2021, nos exime de riesgos y nos evita el contagio.
Un punto importante a destacar es que el servicio de videollamada no funciona para todos los casos clínicos. Es muy útil para aquellos casos médicos que sean generales y de especialidades que no requieran una valoración con contacto físico, además, este servicio ofrece mayor interacción con el paciente y consigue establecer una comunicación más fluida gracias al contacto visual.
Aumento de las videollamadas
El confinamiento vivido obligó a los profesionales de la salud a tomar medidas rápidas de la noche a la mañana y empezaron a pasar consulta desde cualquier plataforma de comunicación. El estado de alarma, con las limitaciones en desplazamientos y toques de queda, fue la gota que colmó el vaso e hizo que el consumo de la telemedicina se disparara.
Ventajas de las videollamadas
El sistema de consulta que parecía estar presente solo en los meses de confinamiento, ha llegado para quedarse por los siguientes motivos:
- Evitan posibles contagios que puedan darse en un mismo espacio cerrado.
- Ahorran los desplazamientos para los pacientes, ya que pueden resolver sus dudas de forma casi inmediata y desde cualquier lugar.
- Se reducen las esperas en las salas de consultas.
- Eliminan las barreras espacio temporales entre los profesionales de la salud y los pacientes.
- Facilitan la atención médica conservando el lado más humano.
- Cubren las necesidades de los pacientes que por falta de tiempo no acuden a una visita presencial.
Situación actual
Después de 1 año de pandemia, la crisis sanitaria provocada por la COVID-19 ha conseguido propulsar este servicio de atención médica digital que ha sido bien recibida por los consumidores.
Según el informe de la Fundación IDIS, el 75% de los usuarios que fueron encuestados quieren que sus centros médicos les ofrezcan más capacidades digitales. El 84% sufren alguna enfermedad crónica y consideran que pueden consultar sus dudas en cualquier momento a través de aplicaciones de salud y el 81% recibe orientación y consejos de salud para su día a día. (Datos extraídos del informe Hotwire)
Echando la vista atrás, en el estudio “Impacto del tiempo en el cuidado de la salud de los españoles” realizado conjuntamente entre Sanitas y la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés, se concluyó que el 64% de los españoles ha dejado de ir al médico en ocasiones debido a problemas de tiempo (en especial las mujeres, con un 66% y los jóvenes entre 18 y 34 años, con un 67,9%), entendiéndose estos como falta de tiempo en general. En ese mismo estudio, cuando se analiza la valoración de la videoconsulta por parte de los españoles, se destaca que el 32,10% considera el servicio de las videoconsultas como útil, cómodo y práctico, el 26,4% lo considera rápido y más directo y el 21,4% considera que no tiene que desplazarse, frente al resto que destaca la comodidad, modernidad, fiabilidad y el ser un servicio del futuro en un menor porcentaje.
Estamos seguros que a día de hoy si realizáramos esta misma encuesta, algunos de los puntos anteriores cogerían mayor fuerza frente a otros.
La falta de tiempo es un factor determinante en el cuidado de la salud, por lo que el servicio de videoconsulta es una alternativa interesante para mejorar el acceso a los servicios sanitarios y disminuir tiempos de espera.
Cabe destacar que el sistema sanitario público español es conocido mundialmente por su amplio acceso sanitario que permite el acceso a toda la población, con condiciones mínimas garantizadas. Sin embargo, España se sitúa a la cola de Europa en cuanto a tiempos de espera (Euro Health Consumer 2016). En España, en la atención primaria, se tarda una media de 4 días en concertar una cita médica según un informa el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad (MSSSI, 2017) por tanto una vez más este servicio de videoconsulta es clave para que a día de hoy y en los próximos años se consolide como un canal más de atención sanitaria de acceso público para todos los españoles.