Que salga una tumoración pequeña que parezca un ganglio, en cuello, bajo la mandíbula, cerca de las orejas, axilas o en la ingles, es motivo para consultar.
En el momento que palpes un ganglio inflamado (llamado adenopatía), si es doloroso, puede ser que estés cursando por un proceso infeccioso como una infección odontógena, un arreglo dental reciente o un cuadro viral. O puede que no hayas pasado por ningún cuadro infeccioso y de repente palpaste un ganglio, eso es motivo para consulta de inmediato, no para ir a la guardia donde no van a poder hacer nada, si para consultar a la brevedad con un médico clínico.
El mismo, si considera necesario, va a solicitar los estudios respectivos (que inicialmente son laboratorio y ecografía), pero si lo relaciona con un proceso infeccioso/inflamatorio seguramente van a dar antibióticos y se va a aguardar que desaparezca. Si se van, excelente.
Pero si no duele y además no desaparece, puede que no sea nada, pero también puede ser que sea algo para estudiar, y mientras más rápido se sepa lo que es , mejor. Así se puede tratar rápido y fácilmente.
Mi objetivo con esta reseña es la concientización para la consulta rápida ante estos hallazgos por la probabilidad de que ese ganglio o tumoración sea un LINFOMA.
Un linfoma es una enfermedad de los ganglios linfáticos que también puede afectar otros órganos y a la médula ósea. El diagnóstico se realiza mediante una biopsia de ese sitio, sacando el ganglio y posterior envío a estudiar al servicio de anatomía patológica.
Muchas veces ocurre que se manda a estudiar el ganglio y no es linfoma, puede ser tuberculosis, histoplasmosis entre otras causas. La idea es una rápida consulta para poder hacer la biopsia y tomar una conducta sin perder tiempo, y de esta forma solucionar el problema a tiempo, estas patologías no pueden esperar.
Por ejemplo si alguien consulta por adenopatías y por la rapidez en el diagnóstico se tratase de un estadio localizado, con poca medicación o con un poco de rayos se soluciona. No nos dejemos estar, la salud es importante.
Texto Virginia Siffredi, Hematóloga en mediQuo.
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