Estamos acostumbrados a escuchar lo devastador que es el tabaco, cifras alarmantes de muertes anuales y fotos impactantes de las consecuencias de fumar. Pero no es el tabaco lo que más muertes causa en nuestro país, la mala alimentación encabeza la lista. Nuestra nutricionista, Laura Villalta, nos explica qué consecuencias tiene para la salud el síndrome metabólico.
Grasas saturadas, azúcares refinados, exceso de sal, alimentos ultraprocesados son un ejemplo de los alimentos directamente relacionados con patologías como hipertensión, hipercolesterolemia y diabetes mellitus II. En las consultas médicas es muy habitual encontrar pacientes que presentan estas tres patologías, a la que se denomina síndrome metabólico. En estos pacientes la predisposición a sufrir una patología cardiovascular aumenta en gran medida.
¿Cómo llega una mala alimentación a causar, por ejemplo, un infarto de miocardio?
Con los excesos de grasa que ingerimos, nuestras venas se van esclerosando, es decir, endureciendo, al mismo tiempo que taponando y por consiguiente estrechando. Nuestra tensión arterial aumenta debido al consumo elevado de sodio y al sobrepeso, el exceso de azúcar crea una resistencia a la insulina que deriva en diabetes, y ésta debilita las venas. Y como consecuencia de este «triplete«, una arteria es taponada por una placa de ateroma (acumulación de colesterol) y se produce el infarto, donde el flujo sanguíneo se detiene y el corazón deja de recibir el oxígeno necesario, apunta Villalta.
En España y la mayoría de países desarrollados, las cifras de muertes por mala alimentación van en aumento, hemos dejado atrás los guisos de nuestras abuelas llenos de vegetales, la ensalada de antes de comer y la fruta de después, y lo hemos cambiado por carnes procesadas, fritos, dulces, alimentos precocinados y en general por productos incompatibles con una alimentación equilibrada.
Vivimos con prisas y pocas ganas de cocinar platos saludables, y todo esto, sin duda, nos está pasando una factura de costes incalculables para nuestra salud, explica Villalta.
¿Qué podemos hacer para evitarlo?
La gran mayoría de personas, por lo general tenemos acceso a una alimentación sana y equilibrada, que nos ayude a mantenernos con buena salud, que nos aleje de formar parte de una lista creciente de enfermedades relacionadas con la alimentación.
Evitemos azúcar refinado, carnes procesadas, exceso de sal, platos enlatados llenos de sal, bollería industrial… y pongámonos a aumentar el consumo de legumbres, que al menos esté en nuestros platos 2 veces por semana, aumentemos también el consumo de pescado, fruta, verdura; cruda, cocinada, en crema, en hamburguesas de legumbres y verduras hechas por nosotros mismos, y evitemos el consumo de bebidas carbonatadas, azucaradas y alcohólicas.
Dejemos los excesos y los alimentos menos saludables para ocasiones puntuales, y solo así podremos disminuir la predisposición a padecer cualquier tipo de patologías directamente relacionadas con una alimentación inadecuada, señala Villalta.
*Contenido validado por el equipo médico de mediQuo.