El dolor por la pérdida de un ser querido no sólo afecta a los adultos, sino también a los más pequeños de la familia. Es muy frecuente que tras esta situación, la familia no sepa qué hacer al respecto. ¿Cómo comunicarlo? ¿Es mejor decirle la verdad o por el contrario será preferible contarlo con alguna metáfora? Nuestra psicóloga, Paula Rueda nos da unas consejos sobre ello.
Es importante visualizar la situación desde un punto de vista de naturalidad, ya que la muerte es parte de la vida en sí misma y todos los seres humanos moriremos en algún momento, es cierto que dependiendo de las causas de la muerte y las circunstancias que la han antecedido, se dificultan o facilitan el hecho de comunicarla a los demás, explica Rueda.
Una de las primeras cosas que nos viene a la cabeza cuando hay que comunicar la muerte a un niño es intentar evitar su sufrimiento y a causa de esta “buena fe” de protección hacia los pequeños optamos por mensajes confusos, no reales y que pueden generar miedos y complicaciones en la superación del duelo.
Debemos evitar mensajes como “ se durmió…” o “dios ha querido llevárselo…” ya que sin quererlo podemos infundir miedos a la muerte, al dar a entender que en algún momento nos pudiera pasar a nosotros sin previo aviso.
¿Cómo hacer?
Intentaremos por tanto comunicarlo a los niños manteniendo algunas premisas a tener en cuenta:
- Ser sinceros con ellos, explicarles que ha pasado de una forma simple, no es necesario que tengan un abanico de detalles, pero sí que conozcan la situación.
- Manteniendo un estado emocional controlado, expresando nuestra tristeza, pero no de una forma dramática ya que, si lo expresamos así, obtendremos una reacción más fatalista y negativa de toda la situación.
- Dar la oportunidad de despedirse, nunca obligar, preguntarle que quiere hacer y ayudarle a preparar la despedida, preparando un mensaje, una carta o simplemente decirle adiós, es una parte importante del duelo ya que nos prepara para continuar nuestra vida sin esa persona.
- Dentro de cada núcleo familiar y social, compartimos costumbres, religión y creencias que nos aportan pautas de como sobrellevar la muerte, como explicarla y afrontarla. Teniendo en cuenta nuestra cultura y algunas de estas pautas, podemos llegar a comunicar la muerte de un ser querido a los niños de una forma más satisfactoria. Esto nos ayudará a lograr un buen proceso de duelo, que a largo plazo nos permitirá, poder recordar a esa persona que murió con pensamientos más positivos y recuerdos felices del tiempo que compartimos con ella.
*Contenido validado por el equipo médico de mediQuo.
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